viernes, 1 de junio de 2012

CRISIS EN LA EMBAJADA DE JAPON: LAS PRIMERAS LIBERACIONES



Al día siguiente de la toma de la Embajada, el ambiente se tornaba tenso, era difícil controlar a 381 personas, que ya empezaban a sentir hambre y las molestias propias de la mala noche que habían pasado. Las continuas amenazas de los terroristas, quienes anunciaban que ejecutarían uno a uno a los rehenes si es que no se cumplía con sus exigencias hacían tener el alma en vilo a los cautivos.
Un hecho curioso fue cuando Cerpa Cartolini llamó desde un teléfono celular a un canal de televisión, exigiendo que en media hora se liberasen a los presos del MRTA, de lo contrario fusilarían al canciller Tudela. Pasado el plazo propuesto por el líder emerretista, volvió a llamar al canal, diciendo que si no liberaban sus presos, comenzarían las ejecuciones. La respuesta que recibió de la periodista fue esta: “Usted dijo media hora”. Los rehenes junto a Cerpa se echaron a reír.
Para el día jueves llegó la primera ración de comida a la residencia. Por un error de cálculo sólo se llevó 120 porciones. Los rehenes tuvieron que repartirse  un menú para cuatro personas, debido a que los terroristas cogieron 22 raciones, además de dos porciones sustraídas por un ex Presidente y el Embajador de Uruguay.
El día viernes se liberaron 30 rehenes por motivos de salud. Previo a esto hubo hechos que presentan de cuerpo entero a algunas personas. El economista Francisco Sagasti se le acercó a Cerpa para que le firmara su diario, con la intención de llevarlo a la redacción de Caretas cuando le tocara salir de la residencia. Fue un recurso periodístico válido del cual otros rehenes se copiaron y le pidieron autógrafos a Cerpa, tratando de simpatizar con él para que los liberasen. Luego un ex Presidente se acercó a los demás rehenes para que firmasen un documento que respaldase las demandas del MRTA. Ninguno le hizo caso. Luego se le vio con Cerpa redactando el documento que posteriormente fue leído a toda la prensa.
El Presidente Alberto Fujimori dio un mensaje a la nación el día sábado por la noche, donde anunció que no negociaría con el MRTA y rechazó cada una de sus exigencias. Al término del mensaje se fue la desilusión y la esperanza de la Embajada junto con la luz y el agua potable, que fueron cortados por orden del Gobierno. Sin electricidad, sin comunicación con el exterior, sólo quedaba esperar un desenlace fatal para sus vidas.

El domingo al mediodía, Néstor Cerpa se reunió con Sandro Fuentes Acurio, ex Ministro de Trabajo, quien era entre los rehenes el más representativo por su serenidad y carácter, para gestionar la liberación de 224 rehenes. Después de algunas confusiones provocadas por un miembro de la Cruz Roja, los rumores que propagaba irresponsablemente la prensa y las palabras de un Congresista, pudieron liberarse esa cantidad grande de rehenes, que fueron conducidos al Hospital de Policía para que, según algunos liberados, fueran fotografiados por personal de SIN.
Quedaron 106 rehenes . El mundo entero estaba pendiente de cada movimiento que pasaba en la residencia y Cerpa captaba la atención de la prensa. Era su vitrina principal, que poco a poco, con el pasar de los días, semanas y meses, lo agotaría…..(continuara)