martes, 28 de febrero de 2012

Censura...el terror de los Ministros


La censura a un Gabinete o a un Ministro es la exigencia de responsabilidad política de éste. Normalmente, parte de un episodio de inestabilidad que desencadena en la pérdida de confianza por parte del parlamento.

La moción de censura se puede plantear después de la interpelación, de la concurrencia de los ministros para informar o debido a su resistencia para acudir al Congreso. También se suele plantear luego de la asistencia de motu proprio del Ministro. La deben de presentar no menos del 25% de parlamentarios y su aprobación requiere del voto de más de la mitad de Congresistas. Después de la censura, el Ministro o Consejo de Ministros debe de renunciar y el Presidente de la República debe de aceptar la renuncia dentro de las 72 horas siguientes.

Un hecho curioso y que marcó un precedente en la variopinta política nacional fue durante la Asamblea Constituyente de 1867, donde el Gabinete Tiberiópolis (fue llamado así por la presencia ministerial del Monseñor Tordoya, Obispo de Tiberiopolis) fue censurado por el Congreso de ese entonces a iniciativa del Diputado Pedro José Saavedra. Ante la censura, el Gabinete dimitió, pero el Presidente Prado no aceptó la renuncia. Fue cuando el Diputado Fernando Casós presentó, "para salvar la honra de la Asamblea", un proyecto de ley que prohibía al Presidente despachar con ministros censurados, ley que posteriormente fue elevada a la categoría de precepto en la nueva Constitución.

78 años después, durante el gobierno de de José Luis Bustamante y Rivero, el APRA planteó, sin motivo alguno, la interpelación al titular de agricultura, el Ministro Enrique Basombrío, de implacable conducta profesional. El Ministro renunció a su cartera luego de que el Diputado Saco Miró Quesada le preguntara por el precio del pallar de Ica, algo que el Ministro no supo precisar. Para Javier Alva Orlandini, en declaraciones al diario El Comercio, le faltó"muñeca política", pues "que le costaba decir 2 soles, nadie le hubiera dicho nada". No hay duda que lo pasado fue mejor.

Pero fue el gobierno de Fernando Belaúnde el que se llevó el récord de censuras. La alianza APRA-UNO censuró 10 Ministros, alguno de ellos sin motivo , sólo para hacer gala de esta mala práctica. El primero en caer fue el Ministro de Gobierno Oscar Trelles Montes, por los sucesos en Cusco, de ahí le siguieron Carlos Pestana, por decir que las Cámaras tenían un festín presupuestal; Francisco Miro-Quesada, por abandonar intempestivamente el Congreso diciendo que los apristas debían cumplir su consigna, aunque algunos dicen que lo tildaron de comunista; Victor Ganoza Plaza, censurado por escasez de alimentos y subida de precios; Javier Alva Orlandini, por huelgas y subversión en Toquepala; Luis Alayza Escardó, por maltrato físico de parte de la policía al Diputado Mario Villarán; José Navarro, por la ineficacia de su gestión; Miguel Dammert, por la política desarrollada en el campo laboral.

El caso de Carlos Cueto Fernandini y Valentín Paniagua son especiales. A Cueto lo censuraron por la ira provocada en los Senadores por declaraciones durante su interpelación, al decir que los Congresistas no conocían el valor semántico de las palabras. Luis Alberto Sanchez no soportó tamaña afrenta y el Senador Carlos Enrique Melgar sustentó la censura. Ese día el Perú, representado por sus Congresistas, se negó a que un hombre capaz, honesto e inteligente como lo era Cueto dirigiera las riendas de la educación. A Valentín Paniagua lo censuraron sin haber hecho algo absolutamente reprobable, un malentendido llevado hasta el límite.

Además de los 10 ministros censurados, el Congreso provocó la renuncia del Gabinete Hercelles y el Gabinete Ferrero Rebagliati, y abrió las puertas al golpe de estado del 3 de abril de 1968, cuando un día antes había jurado el Gabinete Mujica.

En la década de los 90, siendo mas específicos en diciembre de 1991, el Presidente Alberto Fujimori afirmó ante el CADE que los Congresistas percibían un sueldo que no iba acorde a su producción. A la semana siguiente, el Diputado Ricardo Letts Colmenares lideró la censura al Ministro de Agricultura Enrique Rossl Link. Sin duda les había dolido en el alma lo dicho por Fujimori y fueron por más. Una jugada del oficialismo dejó sin efecto el pedido de interpelación al Ministro de Economía Carlos Boloña: se preparó la acusación al Presidente Alan García.

El último Ministro censurado fue Fernando Rospigliosi, por los sucesos en Ilave, donde los comuneros mataron al alcalde del Distrito. Si Rospigliosi no era censurado, significaría que el crimen del Alcalde quedaría impune y el Gobierno no hubiera asumido su responsabilidad.

Después de este breve repaso a algunos acontecimientos en la política peruana, nos damos cuenta que antes se censuraron a Ministros por razones, a veces, irrisorias. Hoy en día, los Ministros dicen y hacen lo que le da la gana, lo peor es que la mayoría no da la talla que sí daban algunos de los mencionados párrafos arriba. Para finalizar, la censura solo interpreta el sentimiento político, no es una cuestión penal ni muchos menos un lapidario de políticos, es simplemente un anatema ante la falta de perspicacia.

domingo, 19 de febrero de 2012

El corazón de Goran


La final del torneo más tradicional de tenis, como lo es el campeonato de Wimbledon, se jugaría un lunes después de 79 años. Era julio del 2001 y Patrick Rafter regresaba a la Catedral del Tenis después de salir derrotado por el todopoderoso Sampras en el 2000. Esta vez el rival no sería aquel que dominó el tenis por 6 años, considerado el mejor jugador de la historia. Aquel lunes 9 de julio del 2001 el rival fue un humano como cualquier otro, que ríe, llora, se enoja, se frustra.

Goran Ivanisevic, Croata de 29 años, llegó a Wimbledon con un "wild card" otorgado por la organización a modo de homenaje por sus 3 anteriores finales perdidas a manos de Sampras y Agassi. Estar 125 del mundo en el ranking de la ATP no le permitía ingresar directamente al cuadro, por eso, la organización decidió invitarlo, presagiando un pronto retiro a causa de una rebelde lesión al hombro que lo tuvo fuera de las canchas en el 2000.

Los aficionados británicos tuvieron que devolver sus entradas por no poder asistir el día lunes a la final. Hinchas croatas y australianos se apresuraron a adquirir sus boletos, luciendo el estadio un colorido propio de una Copa Davis o del Mundial de Fútbol. Aquí se rompieron todos los protocolos y formalidades de este torneo tradicional inglés, las tribunas principales abarrotadas con hinchas alborotados que alentaban a sus compatriotas.

Durante las dos semanas del torneo, Ivanisevic derrotó a 3 especialistas en césped, como lo fueron Rusedski, Roddick y el crédito local Tim Henman. La buena noticia era de que Pete Sampras había caído en tercera ronda a manos de un tal Roger Federer.

El desarrollo del partido fue parejo de principio a fin, a pesar del gran favoritismo de Rafter y las circunstancias en las que había llegado Ivanisevic al torneo, donde nadie daba un quinto por él.

En el 15vo juego del 5to y definitivo set, Ivanisevic de una devolución ganadora rompió el saque de Rafter y tuvo la oportunidad que siempre deseó en su vida: sacar para campeonato. En ese momento aparecieron "el Goran bueno", "el Goran malo" y " el Goran desquiciado".

Tres dobles faltas, dos de ellas con punto para campeonato, una devolución buena y un globo de revés preciso hacían que Ivanisevic comenzara a perder la paciencia. Pero no, ese año no saldría con la cabeza abajo, con el letrero imaginario de ser el segundo y que algún día ganaría ese torneo. Ese año, a pesar de las circunstancias, él seria el protagonista principal de esa película, que contenía drama, horror y comedia.

Patrick Rafter estrelló su devolución en la net y le dio a Goran Ivanisevic el torneo más preciado por cualquier tenista, aquel que le arrebataron en 3 ocasiones y del cual se comenzaba a resignar a tan sólo haber sido el segundo. El estadio estalló en euforia y Goran y su padre estallaron en lágrimas y se confundieron en un abrazo, rompiéndose todos los protocolos en Wimbledon.

Goran se retiró a los pocos años de su hazaña, el hombro no lo dejo jugar más, pero se dio maña para estar presente en la final mas emotiva de Wimbledon, por el ambiente y sobre todo por lo que significaba tenerlo ahí, dentro de la cancha, el último día de competencia. Se convirtió así en el primer jugador wild card y de peor ranking en ganar en la Catedral.

Ivanisevic es el retrato perfecto de que cuando se pone corazón, las circunstancias mas adversas se convierten en obstáculos que se pueden superar, que hay que dejar todo en los momentos de apremio y que la única adversidad que existe en la vida es aquella que uno mismo fabrica con su mente. La vida esta llena de frustraciones y de oportunidades perdidas, Goran aprovecho la ultima que tuvo y lo disfrutó mas que cualquiera, ¿Cuál aprovecharemos nosotros?