El principal motivo para que Alberto Fujimori cerrara el Congreso en 1992 fue el conflicto existente entre el Poder Ejecutivo y el Congreso. A pesar de ciertas concesiones dadas por el Poder Legislativo al Gobierno, éste decidio romper el orden constitucional. Pero, ¿Cómo se fueron acrecentando estas tensiones entre el Congreso y el Presidente?, aquí les va un recuento.
El primer desentendimiento que hubo fue con el Ministro de Trabajo Carlos Torres y Torres Lara en agosto del 90, cuando, en declaraciones ante el Congreso, afirmó que los decretos dados por el Ejecutivo tenían la misma validez que las leyes dadas por el Parlamento y por lo tanto podían modificarlas. Varios Congresistas alzaron su voz de protesta y lo interpelaron, sin embargo no se llegó a censurar al Ministro gracias a un entendimiento entre Parlamentarios del Fredemo y de Cambio 90. Aún la oposición no contaba con mayoría en el Congreso.
En septiembre, dos hechos fueron aprovechados por el Presidente para iniciar su campaña de desprestigio contra el Congreso. Fujimori decidió, de forma inconstitucional, indultar a un grupo de inculpados para aliviar el exceso de gente en las cárceles. Según la Constitucion de 1979, vigente en ese entonces, un indulto sólo se podía dar a los presos sentenciados, para los inculpados era necesaria una amnistía que el Congreso sí estaba facultado para darla. Fujimori criticó duramente a quienes se oponían a esta medida, calificando de chacales y canallas a los Magistrados del Poder Judicial. El Senado dejó sin efecto el decreto del Presidente y dio un ley destinada a facilitar la excarcelación de los inculpados, ley que estuvo más acorde a los mandatos constitucionales. En medio de este lío, se frustró un viaje de Fujimori a la reunión de Presidentes del Pacto Andino, al levantarse la sesión a pedido del Ejecutivo para que no se debatiera una moción de censura. El Congreso quedó con la imagen de que bloqueaba al Presidente y el Poder Judicial con una imagen de que se interesaban más por sus privilegios institucionales que por los problemas concretos de los peruanos. Sin embargo, fue el mismo Presidente quien alientaba el conflicto entre los poderes del Estado.
En diciembre de ese año Fujimori volvió a saltearse la Constitución al observar el 15 de los artículos de la Ley de Presupuesto de 1991. El Congreso insistió en la ley original y Fujimori, haciendo uso de su clásico autoritarismo, suspendió tres de los artículos de la ley de presuesto al amparo del artículo 211 inciso 20 de la Constitución del 79, que posibilitaba al Presidente de dictar medidas extraordinarias en materia económica. Fujimori logró de esta manera hacer su voluntad y el Congreso se quedó sin un recurso constitucional para hacerle frente a esa medida.
Entre junio y noviembre de 1991, el Congreso le otorgó facultades legislativas al Ejecutivo en materia de generación de empleo, inversión privada y pacificación nacional. El Ejecutivo promulgó cerca de 117 decretos legislativos, de los cuales 83 fueron aprobados. En las semanas siguientes, el Parlamento derogó y observó 28 decretos de gran importancia. Los mas ácidos críticos del Gobierno denunciaron que Fujimori quería atentar contra la libertad amparada por la Constitución. Además, el Congreso le negó facultades al Gobierno para legislar en materia tributaria y aprobó un proyecto de ley que declaraba en emergencia al sector agrario. Para tener una idea, durante los primeros 18 meses de Gobierno de Fujimori se decretaron 575 decretos de urgencia, muchos de ellos requerían de una reforma constitucional para poder llevarlos a la práctica. Fujimori desenfundó su espada y el 1ero de diciembre de 1991, durante el CADE anual, se avalanzó contra los partidos políticos y propuso un plesbicito nacional para aprobar la no reeleción inmediata y la renovación por tercios del parlamento. El Congreso respondió censurando al Ministro de Agricultura Enrique Rossl Link el 3 de diciembre. Fujimori se rehusó a aceptar la renuncia del Ministro durante dos semanas y acusó a los congresistas de tener un lobby de lavado de narcodólares. Los Parlamentarios desearon en ese momento proponer la vacancia presidencial, medida que no se llegó a concretar.
El asunto que desencadenó lo que hoy conocemos como el Autogolpe fue la aprobación de la Ley de Control de los Actos Normativos del Presidente de la República, que tuvo sus orígenes en un proyecto presentado durante el Gobierno de Alan García por Roberto Ramirez del Villar, que no fue aprobado porque el Gobierno aprista tenía mayoría parlamentaria. En esta ley somete al Ejecutivo al control del Legislativo en las normas que dicte ya que estas atribuciones les corresponden unicamente al Congreso. El proyecto de ley fue presentado por Enrique Bernales, Manuel Ulloa, Alberto Borea y Roger Caceres. Según el Diario de los Debates del Congreso la discución pertinente a esta ley fue uno de los más ricos a nivel teórico y una de las mejores leyes elaboradas durante el periodo de 1980 a 1992. A pesar de que Fujimori observó la ley en enero de 1992, los Parlamentarios promulgaron la ley el 30 de enero del 92. Fujimori no protestó más, el cierre del Congreso estaba decidido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario